Una casa hecha con materiales reciclados, un invernadero y la elaboración de ecoladrillos fueron algunas de las experiencias compartidas entre profesionales de la Universidad Austral de Chile y las jóvenes de la Residencia REM PER Ainilebu, Fundación Mi Casa.
La salida a terreno fue una de las actividades desarrolladas por el proyecto de la Dirección de Vinculación con el Medio “Aprendiendo de Acciones Locales: Reduce, Reutiliza y Recicla!”, ejecutado por el Instituto de Bosques y Sociedad de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, la ONG GRENER de Valdivia y la Unidad de Gestión Ambiental de la UACh.
Su directora, Rayen Catrileo, se mostró satisfecha con la actividad y explicó que “se quiso dar a conocer el proyecto de manejo de residuos domésticos en Punucapa, en la casa de la Ingeniera Forestal y socia de GRENER, Jana Rohrbach, ya que es un ejemplo de vida, de responsabilidad concreta hacia el cuidado del medio ambiente; una mirada cercana para las niñas, quienes vieron que no son sueños o solo grandes ideas, sino que son grandes realidades”.
En tanto Johannes Horstmann, miembro de GRENER, expresó que uno de los objetivos de esta agrupación “es la educación ambiental. En este proyecto compartimos experiencias y conocimientos que tenemos respecto al reciclaje. Creo que para las niñas fue una experiencia única participar de este tipo de actividades y conocer formas de vida, han descubierto nuevos lugares dentro de la ciudad que nunca habían visitado aun viviendo en Valdivia. Esa es la idea, abrir nuevos horizontes”.
Horstmann destacó pequeños aprendizajes como la elaboración de ecoladrillos, billeteras de tetrapack, tejidos a crochet, etc. “Todavía falta un objetivo importante que implica la elaboración de un mapa que indicará lugares de reciclaje en Valdivia, y en cuyo diseño participarán las niñas, compartiendo esta experiencia con otros valdivianos”.
Por su parte, la Directora de la Residencia, Lorena Favereau, manifestó que “hasta el momento el proyecto se ha desarrollado exitosamente. Es un gran aporte a la formación social y cívica de las niñas, ya que conocen experiencias en áreas nuevas. Los profesionales han sabido tratar con este grupo de niñas y jóvenes, heterogéneo y diverso, de difícil manejo para otros adultos. Las salidas a terreno han sido evaluadas positivamente por ellas y las educadoras, quienes también están aprendiendo nuevas ideas”.
Saba Barrientos, educadora de trato directo, agradeció la experiencia. “Creo que esto es un regalo y se agradece. El reciclaje es educar para volver a apreciar las cosas, tomar conciencia que la vida no es destruir, sino dejar un legado”.
Al término del proyecto se construirá en el Hogar alguno de los elementos conocidos durante los talleres, elección que será tomada por las propias niñas.